El mundo ahora mismo va a distintas velocidades. Mientras China se recupera y vuelve a la normalidad, otros países comienzan a caer y vivir días duros. ¿Y después qué…?
La crisis provocada por el coronavirus ya ha cambiado mucho nuestro mundo, y todos sabemos que las secuelas que dejará esta crisis sanitaria serán permanentes. Si nos fijamos en China, zona 0 del virus, después de dos meses de confinamiento empiezan a volver a la normalidad; distinta de la previa al virus.
Todo esto conlleva una crisis mundial, donde el nivel de renta de Occidente se verá mermado, existirá un aumento de desigualdad en países ricos, y por supuesto, el estancamiento de los ingresos de las clases medias.
El coronavirus no terminará cuando acabe el estado de alarma de nuestro país, o cuando diferentes países del mundo comiencen a descender sus cifras de contagiados. Para acabar con el COVID-19 se necesitará cambiar, durante al menos un periodo de tiempo, nuestro modo de vida.
Pero todos nos preguntamos, ¿cómo será el “futuro” tras el coronavirus? Es evidente que con el COVID-19 comienza un nuevo orden mundial. Las grandes catástrofes y los escenarios más traumáticos suelen dar lugar a nuevos modelos sociales, económicos y geopolíticos.
“Vamos a experimentar, posiblemente y en algunas áreas, un retroceso de la globalización. Esto será obvio en un relativo corto plazo, uno o dos años, durante los cuales, incluso en un escenario optimista sobre la gestión de la pandemia, el movimiento de gente y posiblemente de bienes será mucho más controlado que antes de la crisis” Publicado por el economista Branko Milanovic.
Basados en los cambios que estamos viviendo, os dejamos algunas de las medidas que hemos encontrado:
Una reflexión sobre uno de los posibles cambios después de la crisis del COVID-19 y, creemos que muy acertada; “Un periodo de tiempo en el que nuestras quedadas con amigos o familia se reduzcan, sin estar prohibidas, para tratar de reducir los contactos y evitar posibles repuntes del contagio”
En los lugares públicos nos encontraremos con más aglomeraciones de personas, por lo que, estas medidas también les afectarán.
Desde los cines, gimnasios y tiendas, que podrían llegar a interponer distancia de seguridad entre los usuarios, hasta los grandes conciertos o festivales, que pueden ver alterados sus mecanismos ante el gran factor de riesgo que generan.
Los pronósticos dicen que el transporte público quedará en un segundo plano, debido a la afluencia de personas y miedo al contagio. Con lo cual, esto derivará en un aumento significativo de conductores con coche propio.
Se cree que el coronavirus impulsará el transporte menos contaminante; sería una buena oportunidad para los vehículos eléctricos y el sector automovilístico, que tan perjudicado se ha visto.
En zonas como el norte de Europa, el teletrabajo es una tendencia al alza y, ha llegado para quedarse. Los hábitos van cambiando conforme pasa el tiempo y, después del COVID-19, el teletrabajo será un medida que muchas empresas adoptarán.
“Las compañías inteligentes se darán cuenta de que los seres humanos no son robots y nos permitirán trabajar de manera más productiva” Tom Cheesewright, científico británico.
Sobre el comercio electrónico, es evidente que es un fenómeno imparable que el coronavirus va a acelerar. También veremos como la telemedicina, la realidad virtual, el voto electrónico o los estudios online pasan a formar parte de nuestra vida cotidiana.
La robotización y digitalización es un proceso en curso que se acelerará tras el coronavirus. La economía tiene que estar preparada para hacer frente a crisis como ésta, y el empleo de máquinas y sistemas de inteligencia artificial es a día de hoy la mejor opción.
Esto abre un espacio nuevo y nuevas oportunidades de negocio para quienes se adapten a la nueva tendencia.
Aunque no sea una noticia nueva para todos nosotros, el dinero efectivo está próximo a su fin. ¿Por qué? Hay dos motivos principales: el uso de tarjetas es más higiénico, y la limitación de la economía sumergida.
En este segundo motivo, hay una contrapartida, la pérdida de libertad. Los pagos electrónicos harán más fácil fiscalizar nuestros gastos.
Si algo ha puesto a prueba la pandemia del coronavirus, es la resistencia de los sistemas de salud globales. Se acabó machacar la sanidad pública, que se ha alzado como un escudo que ha defendido a nuestra sociedad frente a la pandemia.
Es una medida muy necesaria, incluso la que más, que nuestro sistema de sanidad quede reforzado para posibles emergencias de este tipo.
Estas son algunas medidas que posiblemente se irán implantando en la vuelta a la “normalidad”, tras la crisis del COVID-19.
En ExpacioWeb te aconsejamos que empieces a adoptar estas medidas de seguridad una vez se finalice el confinamiento. Piensa en tí y los tuyos, #QuédateEnCasa.
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CEO de ExpacioWeb Digital Marketing. Emprendedor y empresario. Debilidad por el marketing digital y el social media.
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